
Clayton es un distrito de la ciudad de Atlanta, abrumadoramente habitado por afroamericanos que ha votado mayoritariamente por el Partido Demócrata en estas últimas elecciones y que ha sido neurálgico en la victoria Demócrata en Georgia
Clayton es un suburbio mayoritariamente habitado por afroamericanos en la ciudad de Atlanta que ha sido decisivo para la victoria del ticket electoral Biden – Harris, que se ha impuesto a Trump en el Estado de Georgia.
Ya desde 2017 Donald Trump tenía «enfilado» el barrio, que lo puso como ejemplo de criminalidad en la ciudad de Atlanta, con alusiones a que se estaba cayendo a pedazos y que era un barrio infestado de crimen.
Donde las dan las toman

Ahora, en las elecciones presidenciales que han desalojado a Donald Trump de la presidencia de los Estados Unidos, el suburbio de Clayton ha sido neurálgico en la victoria de la candidatura del Partido Demócrata.
Una de las peculiaridades de Clayton es que en lo que realmente es un distrito, el 84% de los electores votaron por la dupla Biden – Harris, lo que dio un vuelco al recuento electoral en el que hasta ese momento ganaba Trump.
La opinión general de los vecinos de Clayton es que Donald Trump es un político que nunca ha respetado a nadie, y mucho menos a los habitantes de un suburbio humilde donde la mayoría de la población es afrodescendiente.
Uno de los vecinos es Alex Martens, un maestro jubilado que nació en Nigeria y que ahora se ocupa de su nieto, y que vive en una de las muchas casitas prefabricadas que son multitud en Clayton.
A pesar de lo que afirmaba Donald Trump, el crimen no campa por sus respetos en Clayton, y en los últimos años la delincuencia se mantiene, sin crecer, en uno parámetros «normales» al menos para el estándar norteamericano.
El vecino John Lewis

El congresista Lewis estaba avecindado en Clayton, y fue uno de los líderes en la lucha por los derechos civiles muy cercano a Martin Luther King.
Lewis falleció el pasado verano a la provecta edad de 80 años, siendo su última batalla plantar cara a Donald Trump.
Lewis no tuvo pábulo en calificar a Donald Trump como un presidente ilegítimo, ya que consideraba que contó con ayuda rusa para ganar las elecciones del año 2016 que lo encumbraron a la Casa Blanca.
Como golpe de efecto, decidió no acudir a la toma posesión de Trump, y arrastró, por el liderazgo moral que ejercía, a otros 50 congresistas que tampoco comparecieron.
Pero en la victoria del ticket electoral Biden – Harris también ha tenido mucho que ver las nuevas generaciones de activistas, convencidos, como lo estuvo Lewis y los que le acompañaron en la lucha por los derechos civiles.
Una nueva hornada de activistas

Es el caso de Stacey Abrams, de 46 años, que lleva una década luchando por el derecho a voto de la minoría afroamericana.
En el sur de Estados Unidos, hay una larga tradición de trabas burocráticas y plazos imposibles creados exprofeso para evitar que la mayoría de los votantes, afroamericanos, puedan votar.
Precisamente ese fue, hace más de 70 años, uno de los campos de batalla de los activistas por los derechos civiles: lograr que la población de color pudiese votar, en unos estados del Sur donde eran mayoría.
Abrams, fue la primera mujer afrodescendiente que fue presentada como candidata, por el Partido Demócrata, para gobernadora de Georgia, y en una década ha logrado que 800.000 personas puedan ejercer su derecho a voto.
Voto de castigo

Es una de las razones que explican que el voto de la población afroamericana de los Estados del sur haya batido récords.
Se trata de un voto de castigo, también en Clayton, contra un presidente, Donald Trump, y una administración, abiertamente racistas contra las minorías, sobre todo con la minoría afroamericana.
El supremacismo blanco, representando sin ambages por Donald Trump, ha hecho que inclusive votantes de raza negra que eran votantes tradicionales del Partido Republicano hayan, esta vez, elegido la papeleta Demócrata.
Violencia policial, caldo de cultivo

Pero el voto masivo de la población afroamericana al Partido Demócrata, no se entendería sin el movimiento Black Lives Matter y la violencia policial, algo que es vox populi, y que se ha recrudecido en estos últimos tiempos.
Esas situaciones han provocado que Georgia se haya convertido en un «oasis» Demócrata en un mar republicano que conforman el resto de los Estados del sur de Estados Unidos.
Trump no es que haya ganado, sino que ha arrasado en otros Estados sureños, como Alabama, Misisipi, Luisiana o Arkansas.
Se trata de la paradoja que, en esos Estados del sur, también con una población mayoritariamente negra, Donald Trump ha seguido manteniendo masivos apoyos entre las minorías étnicas.
Black Lives Matter al Congreso

Su nombre es Cori Bush y ha sido elegida congresista por Misuri, siendo una activista del movimiento Black Lives Matter.
Se trata de la primera mujer que ha sido elegida congresista por Misuri en toda la historia de la Unión, y forma parte del ala izquierda del Partido Demócrata, más concretamente del grupo denominado como The Squad.
En estas elecciones, también se ha batido un récord, que no es otro que el que 117 mujeres de minorías étnicas se han presentado a estas elecciones, que también elegían los representantes al Congreso y al Senado.
Negro, latino y gay

Pero no solamente han adquirido la condición de representante político federal miembros de las minorías étnicas, sino también de otro tipo de minorías.
Es el caso del ya congresista Ritchie Torres, que ha logrado su acta por el Bronx neoyorquino, y que une a sus orígenes latinos y negros, el ser abiertamente homosexual.
Dicha minoría sexual está teniendo muchos representantes dentro del espectro político, bien es cierto que la mayoría son Demócratas.
Para muestra un botón: Peter Buttieg, que también es abiertamente gay, compitió por la denominación Demócrata para la presidencia de los Estados Unidos, aunque no logró superar el primer «corte».
Fuente – EL PAÍS / LA VANGUARDIA / el diario
Imagen – Paul Sableman / AVID Vines / W. Fowlkes / Matt Johnson / Congreso de la República del Perú / Georgia National Guard / John Lucia / Beloved freak