
El disidente bielorruso Roman Protasevich, cabeza visible de Nexta, una agencia de noticias que informa de los disturbios en Bielorrusia, y que fue detenido hace semanas, ha aparecido en la televisión, con muestras de haber sido torturado, asumiendo todos los cargos que se han presentado contra él
Un reciente programa en la televisión estatal bielorrusa ha mostrado al periodista Roman Protasevich, con visibles signos de tortura, confesar que organizó los disturbios que se han producido estos últimos meses en Bielorrusia.
El nombre de Protasevich saltó a la palestra después de que el gobierno bielorruso obligase a una aeronave con destino a la capital de Lituania, bajo el pretexto de que las autoridades habían recibido un aviso de bomba, a tomar tierra en Minsk.
Todo se trató de un engaño para proceder a la detención de Roman Protasevich y de Sofía Sapega, su novia, a pesar de que en la pista de aterrizaje se hizo un simulacro, por parte de la policía bielorrusa, de pasar a los perros por la bodega de equipajes.
En horario de máxima audiencia

Un Protasevich venido abajo, lloroso, confuso y con marcas en las muñecas de las esposas, confesaba que había sido uno de los instigadores de las protestas que se están produciendo en Bielorrusia desde hace más de un año.
Sin embargo, tanto su familia, miembros de la oposición bielorrusa e importantes personalidades europeas consideran que se trata de una confesión dictada por las autoridades, y lo que es peor, forzada por la tortura.
Detenido desde el 23 de mayo

Desde ese día, y hasta su comparecencia en la televisión pública bielorrusa, Protasevich ha estado desaparecido, seguramente en un «chupadero» de los muchos que tienen los servicios de seguridad del país que gobierna Lukashenko.
En las imágenes el periodista bielorruso aparece sumamente fatigado y le cuesta articular su parlamento, inclusive con señales visibles de rozaduras de esposas en las muñecas.
Su aspecto y el discurso en el cual admite todas las acusaciones que sobre él pesan, hace pensar a sus allegados y a la oposición bielorrusa que la confesión se ha logrado mediante torturas.
El vídeo, de 90 minutos, y que ha sido emitido en horario de máxima audiencia ha sido el colofón de otros dos audiovisuales en los cuales Protasevich asegura que está colaborando con las autoridades.
Un duro opositor

Los órganos de seguridad de Bielorrusia, y en especial su policía política, que todavía se denomina KGB, a la usanza soviética, llevaba muchos meses detrás del disidente.
Protasevich era la cabeza visible de Nexta, un canal de Telegram donde el periodista reunía y publicaba vídeos de la revuelta y las concentraciones que en Kiev y en otras ciudades bielorrusas realiza la oposición.
En dicho canal de Telegram, Protasevich había comparado a Lukashenko, como el último dictador de Europa, la misma con la que le han tildado la Unión Europea y otros organismos internacionales.
Sin embargo, las tornas han cambiado, y en la última entrevista que ha concedido, seguramente obligada y después de haber sido torturado, se deshace en elogios hacia Aleksandr Grigórievich Lukashenko.
Todo tipo de acusaciones

Entre los bulos que el gobierno bielorruso ha lanzado contra Protasevich se encuentra la acusación de haber combatido, encuadrado en un batallón de una organización de extrema derecha, en Ucrania.
Dicho hecho se habría producido en 2014, y el régimen de Lukashenko lo ha amenazado en enviarlo a la región del Donbás para ponerlo en manos de las autoridades de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Sin embargo, los padres de Protasevich dan como seguro que su hijo ha realizado esas declaraciones a la televisión tras haber sido sometido a algún tipo de presión, y es posible que hasta torturas.
Otra de las presiones se podría haber producido con la detención de su novia, la ciudadana rusa Sofía Sapega, que volaba en el mismo vuelo que Protasevich y que también se encuentra detenida y por el momento desaparecida.
De hecho, la propia Sapega ha protagonizado otro vídeo en el cual acusa a Protasevich de ser el que dirige Nexta, el canal de Telegram que se hace eco de las movilizaciones que desarrolla la oposición.
Un clásico del KGB bielorruso

A la policía política bielorrusa le encantan los vídeos en los cuales los detenidos se acaban inculpando de las acusaciones que pesan sobre ellos.
Muchos de los detenidos en las movilizaciones de la oposición han sido obligados a protagonizar esos vídeos inculpatorios, y algunos, como es el caso Protasevich, han sido torturados para lograr la confesión.
Quizás de todos los vídeos filmados, el más destacado es el que protagonizó la Nobel de literatura Svetlana Tijanóvskaya, que el pasado verano participó en uno cuando estuvo detenida en las instalaciones del KGB en Minsk, la capital bielorrusa.
Tal es la presión que sufren los detenidos, que uno de ellos, Stiapan Latypau, cuando estaba siendo sometido a juicio, se apuñaló en el cuello con un bolígrafo.
Latypau llevaba encerrado en una celda de castigo 50 días, y en la misma se encontraba rodeado de presos comunes que colaboran con el régimen dando palizas a los opositores detenidos.
Al mismo tiempo, el KGB lo amenazaba, en caso de no confesarse autor de todas las acusaciones, de detener y hacer desaparecer a sus familiares más cercanos.
Inclusive con drogas

La hipótesis que maneja Stefan Putsila, uno de los fundadores del canal Nexta, es que Protasevich está siendo sometido a unas presiones difícilmente soportables.
Aislado, detenidos, seguramente sometido a torturas y puede que el KGB esté utilizando drogas para doblegar su voluntad y que se convierta en un pelele que confiese al dictado de los órganos de seguridad bielorrusas.
Mientras tanto las cancillerías occidentales, encabezadas por la alemana, dan poca verosimilitud a las declaraciones de Protasevich, e indican que las mismas se hayan producido por presiones e incluso torturas.
De hecho, Alemania ha presentado una queja formal por el espectáculo de las declaraciones de Protasevich a la televisión bielorrusa, calificándolas de indignas y de inverosímiles.
Reino Unido tampoco se ha quedado atrás, y ha solicitado que los responsables de la filmación rindan cuentas, y en el mismo sentido se ha manifestado el ministro de exteriores lituano Gabrielius Landsbergis, país donde residen Protasevich y Sapega.
Fuente – EL PAÍS
Imagen – Vaish / FS1 – Community TV Salzburg / Piotr Drabik / Michał Siergiejevicz / Stemoc / Konstantin Malanchev / Brandon Giesbretch