
Todo parece preparado para que la Unión Europea castigue a Rusia con todo tipo de sanciones si a Vladimír Putin se le ocurre invadir Ucrania con la intención de anexionar ese país a su territorio
A diferencia de otros momentos de la Historia, la Unión Europea ha advertido a Rusia de que en caso de que invada Ucrania se enfrentará a importantes sanciones económicas y de otro tipo.
Tal es la gravedad de la situación que desde Bruselas se ha tocado a arrebato y se va a celebrar una reunión de los jefes de gobierno de los 27 miembros de la Unión, ante el jaez que están tomando los acontecimientos.
Mientras tanto, Rusia sigue acumulando divisiones de sus fuerzas armadas en las proximidades de su frontera con el país que gobierna el cómico televisivo Volodímir Zelenski.
Líneas rojas

Después de años de «pasteleo» con Vladimír Putin, en parte la condescendencia europea se produce porque Rusia es uno de los principales suministradores de gas de los 27, esta vez Úrsula Von der Leyen ha establecido una clara «línea roja».
El límite que no va a permitir que Rusia traspase es una hipotética invasión militar de Ucrania, que a decir de los expertos estaría seguida de la anexión del territorio ucranio.
La invasión supondría que la UE pulsaría el botón nuclear de las sanciones, y estas serían de extraordinaria dureza y de una intensidad desconocida en el histórico de relaciones entre la Unión Europea y Rusia.
En esencia ante la agresión militar contra Ucrania la UE «desconectaría» a Rusia de las relaciones económicas con los 27 países miembros lo que de facto sería aislar y marcar un cordón sanitario con el país de las estepas.
Una crisis que se encona

El contencioso entre Rusia y Ucrania no hace sino agravarse a cada año que pasa, y en los últimos tiempos la acumulación de tropas rusas en su lado de la frontera hace pensar que la invasión podría estar cerca.
Mientras tanto la Unión Europea hace ímprobos esfuerzos para arreglar la situación por la vía diplomática, como una manera de reducir la tensión entre ambos países, a pesar de que también esgrime sanciones de todo tipo.
No nos engañemos: los europeos seríamos una víctima más de las ansias expansionistas de Rusia, ya que Putin quiere recuperar, al precio que sea, la grandeur de la época zarista y la posterior soviética.
Para ello necesita encontrar desesperadamente regímenes títere en estado que puedan hacer la función de tapón en caso de una conflagración con Estados Unidos, el país que sigue siendo su principal rival geoestratégico.
Optar por la diplomacia

Es la apuesta de la Unión Europea, aunque como ya hemos indicado también tiene preparado una sustanciosa cantidad de sanciones en caso de que tropas rusas se internen en territorio ucranio.
También se hace un llamamiento directo a Rusia para que haga gestos que indiquen a Ucrania y a la comunidad internacional que indicen de manera indubitable que el país que gobernase Boris Yeltsin no tiene ninguna ambición territorial en Ucrania.
Al mismo tiempo, la UE hace un llamamiento a cumplir los Acuerdos de Minsk y resucitar el Foro de Normandía, que surgió después de la anexión de Rusia de la península de Crimea, hasta ese momento territorio ucranio.
En el Foro de Normandía hay una nutrida representación europea, no en vano forman parte del mismo Francia y Alemania, siendo una herramienta de mediación entre Moscú y Minsk.
Integridad territorial

Es una de las líneas rojas que impone la Unión Europea, para impedir que tal como sucedió con Crimea, Rusia vuelva a desgajar una parte del territorio de Ucrania y lo anexione a sus fronteras.
Esa defensa de la integridad territorial ucrania proviene, ni más ni menos, del flamante canciller alemán, Olaf Scholz, que ha aleccionado a su ministra de exteriores, la «verde» Annalena Baerbock, para que defienda esa postura en los foros internacionales.
También se han demostrado favorables a las sanciones, como último recurso, la primera ministra finlandesa, Sanna Marin y el premier polaco, Mateusz Morawiecki.
Son los países que formaron parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas o sus «satélites», los más favorables a «pararles los pies» a Rusia, precisamente porque saben muy bien como se las gastan los rusos.
También desde Estados Unidos, su presidente Joe Biden ha hecho declaraciones en esa línea, se advierte a Rusia que bajo ningún concepto se le ocurra invadir Ucrania, lo que daría pie a que la Casa Blanca moviese ficha.
Mientras tanto, desde Minsk y desde Bruselas

Desde la capital de Ucrania, Minsk, su presidente, Volodímir Zelenski, pide medidas preventivas, y no solo reactivas, ante una posible acometida de los militares rusos contra territorio ucranio.
Sin embargo, la burocracia de la Unión Europeo tiene sus propios tiempos, que muchas veces con coinciden con a premura con al que habría que tomar determinadas decisiones, como es el caso.
Sin embargo, la beligerancia de la UE con Rusia se demostró ya en el 2014 con al batería de sanciones que desde Bruselas se impuso a Moscú por la anexión de la península de Crimea a territorio ruso.
Además, y en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, la UE tiene «hechos los deberes», trabajo que inició el pasado verano, creando un andamiaje de sanciones de tipo económico que se podrían imponer a Rusia.
En caso de activarse las nuevas sanciones contra Rusia, estas entrarían en vigor de manera inmediata se insiste desde la «sala de máquinas» de la Unión Europea.
Mirarse en el espejo de Irán

Ante lo que todavía hay dudas es como sancionar, aplicando un correctivo desconocido hasta ahora, a un país como Rusia que tiene sillón permanente, con Estados Unidos, China, Reino Unido y Francia, en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Lo que estaría en la mente de la Unión Europea y Estados Unidos sería convertir a Rusia en un paria internacional tal como se consiguió con Irán, y que provocó que esa república islámica se aviniese a razones.
Tal ha sido el efecto del correctivo al país que gobierna Alí Jamenei que se ha plegado inclusive a que su programa nuclear sea auditado por los inspectores de la Organización de la Energía Atómica.
Fuente – EL PAÍS
Imagen – Nenad Stojkovic / Peter Stalder / Dmitriy Fomin / Finnish Governement / 7th Army Training Command / Mitya Aleshkovsky / Adrian Guerin