
Alternativa por Alemania está en crisis. Su último fracaso electoral se ha producido en el Estado de Schleswig-Holstein donde no ha alcanzado el 5% de los sufragios necesarios para entrar en el parlamento, mientras la dirección de AfD se escora cada vez más a la derecha
A diferencia de otras latitudes europeas, acabamos de ver como Marine Le Pen pasaba a la segunda vuelta de las presidenciales francesas, la ultraderecha alemana está en crisis.
Es la primera vez, desde el 2014, que AfD sale de un parlamento regional de Schleswig-Holstein por lo haber logrado tener los suficientes votos como para poder acceder a las actas de diputado.
Entre las causas la guerra civil que se vive en esa formación política y el tradicional posicionamiento de AfD al lado de Putin desde hace mucho tiempo.
Esa postura de acercamiento al actual presidente ruso les está pasando factura, sobre todo electoralmente.
Ganó el favorito

En las elecciones celebradas en el Estado de Schleswig-Holstein, el ganador ha sido el que se preveía, esto es, el democristiano Daniel Günther, que se hizo con el 43,4% del voto escrutado.
Sin embargo, el político no tiene la mayoría absoluta que pretendía con lo cual tendrá que decidir si mantiene la actual coalición electoral o si se alía con otras formaciones políticas de la cámara.
En el territorio más al norte de Alemania, habitado por algo menos de tres millones de personas, el electorado ha castigado al partido ultraderechista por excelencia, Alternativa por Alemania (AfD).
Se trata de la primera vez que AfD se queda sin representación parlamentaria en un Estado desde que nació como partido, allá por el 2014.
Una pequeña gran pérdida

Si se analizan los datos con detenimiento, y aunque AfD ha perdido algo de su apoyo electoral, en intención de voto el partido que comanda Alexander Gauland solo ha bajado un punto y medio.
Sin embargo, a lograr solo el 4,4% de los votos, se ha quedado fuera de la cámara en la cual para tener representación parlamentaria es necesario superar el 5% de los sufragios en las elecciones regionales.
Se trata de la primera vez, desde el nacimiento de Alternativa por Alemania en el año 2014, que la formación política de ultraderecha se queda fuera de un parlamento regional.
Estos malos resultados se supone que van a provocar que se agudice la crisis de identidad que vive la formación, algunos de cuyos dirigentes piden que el partido se «domestique» para poder llegar a un mayor grupo de electores.
Desde otras formaciones políticas, como es el caso de Los Verdes, el resultado se ha valorado como una buena noticia, y se augura, con AfD fuera de la cámara, que la legislatura será algo más tranquila.
Diversos tipos de crisis

Son las que está viviendo AfD en estos momentos, que une a la falta de liderazgo unas peores proyecciones electorales, una mayor derechización de la formación política.
Después de que la mayoría de las «palomas» hayan abandonado el partido, los «halcones» que se han quedado han imprimido un volantazo a la derecha a la formación, una derechización que está detrás de los malos resultados de Schleswig-Holstein.
Debido a esa pérdida de apoyos, AfD obtuvo en las últimas elecciones legislativas poco más del 10% de los votos, lo que supone perder dos puntos porcentuales con respecto a los anteriores comicios.
El partido lleva perdiendo apoyos en las últimas citas electorales que se han desarrollado en las regiones alemanas.
Esto podría indicar una tendencia en la cual Alternativa por Alemania siga perdiendo votos y acabe en la irrelevancia política, aunque a pesar de todo mantiene un «núcleo duro» que le sigue votando contra viento y marea.
Cambio de tornas

Lo que explican los politólogos es que AfD ha perdido el voto de castigo que los electores les otorgaban para rejonear a otras formaciones políticas.
Al menos en las elecciones que se han desarrollado hasta ahora, ese voto de castigo ha decidido quedarse en casa y no votar a ninguna otra opción política; la abstención ha llegado hasta el 40% en Schleswig-Holstein.
A pesar de ello, AfD sigue teniendo su baluarte en los Estados alemanes que formaron parte de la República Democrática Alemana, cosa que no sucede en lo que un día fue la República Federal Alemana.
Schleswig-Holstein es uno de los Estados que formaban parte de la RFA, y es donde AfD siempre ha obtenido malos resultados, así como en la Baja Sajonia y en la ciudad – estado de Hamburgo.
La invasión de Ucrania de fondo

Es otro elemento que ha colaborado en los malos resultados electorales de AfD en Schleswig-Holstein, una formación política con inmejorables relaciones con el inquilino actual del Kremlin y con Rusia.
Además, Alternativa por Alemania se ha opuesto a las sanciones a Rusia y tampoco ve con buenos ojos que Alemania esté armando a los ucranios para que hagan frente a las tropas de la «operación especial».
Por otro lado, la marca local de AfD de Schleswig-Holstein ha culpado a la cúpula del partido, que está en Berlín, de los malos resultados, precisamente por la postura prorrusa del Alternativa por Alemania.
A rio revuelto, ganancia de pescadores

En este caso lo que pierde AfD lo gana la CDU, el que fuera partido de Ángela Merkel que revalida su victoria en este Estado alemán.
Sin embargo, la victoria de la CDU hay que entenderla exclusivamente en clave regional y no nacional, con un tripartito, liderada por el SPD y por Olaf Scholz que goza de muy buena salud.
La victoria ha sido posible por el gran ascendiente del cabeza de lista, Daniel Günther, que tiene una aprobación del 80% de los habitantes del Estado más septentrional de Alemania.
Mientras tanto el candidato socialdemócrata a las elecciones en Schleswig-Holstein, Thomas Losse-Müller, solo contaba con el apoyo del 8% de los electores.
Los Verdes salen reforzados

Es otra de las formaciones políticas que han obtenido un resultado electoral mejor de lo que auguraban las encuestas, ya que han logrado algo más del 18% de los sufragios.
Su segunda posición hace que hayan derrocado de ese puesto a los socialdemócratas del SPD, que solo ha logrado un 16% de los votos, su peor resultado histórico de todas las elecciones democráticas después de 1945.
El candidato del SPD es una persona sin carisma, casi igual que el cabeza de lista de Los Verdes, y no pueden competir en ese aspecto con el próximo ministro presidente, el diputado de la CDU Daniel Günther.
Si por algo se caracteriza Günther es por ser la cara visible del centrismo de la CDU, e incluso para subrayar ese rasgo, el político de Kiel ha evitado realizar actos electorales con Friedrich Merz.
El líder de la CDU es un político claramente escorado a la derecha, y casa poco con el sentido práctico de Günther, que sabe que para ganar en Schleswig-Holstein es necesario no irse a los extremos.
Fuente – EL PAÍS
Imagen – Paul Wilkinson / Senat RP / LS Photography / Antifaschistisches Nachrichtenportal Niedersachsen / Ian Gray / manhhai / CDU in Niedersachsen / Dirk Vorderstraße