
Es al que se está abocando Europa tras el anuncio de Rusia de que cualquier ataque a su territorio será respondido con armamento nuclear, lo que ha hecho cundir la alarma en las cancillerías europeas y en la norteamericana, países que se aprestan a enviar a Ucrania misiles de mayor alcance que eventualmente podrían golpear suelo ruso
Es al que se está viendo abocada Europa debido al aumento de la tensión entre Rusia y el resto de los países occidentales.
El motivo no es otro si no la absorción, mediante refrendos unilaterales, de parte de los territorios ucranios que Rusia se ha anexionado, lo que para la OTAN aumenta el riesgo de conflicto nuclear.
Para la Unión Europea, el anuncio por parte de Rusia de que si se dan determinadas circunstancias utilizaría armas nucleares es plausible y no se trata de una bravata del Kremlin.
Anexión total

Lo que pretende Vladimir Putin es la anexión total del suelo ucranio a Rusia, y por ello, en el territorio que tiene ocupado ha organizado refrendos unilaterales para anexionarse esos territorios.
Las consultas populares han ido unidas a las amenazas del Kremlin tendentes a asegurar a occidente de que contempla el uso del arma nuclear en caso de que la integridad territorial de Rusia se viese amenazada.
Ante la amenaza nuclear rusa las potencias occidentales «han movido ficha» y enviarán armas el más largo alcance a Ucrania en la eventualidad de una un enfrentamiento de tipo nuclear.
En la OTAN se muestran precavidos

En declaraciones a los medios, el secretario general de la OTAN, el sueco Jens Stoltenberg, califica la nueva retórica del Kremlin de peligrosa.
Aun con todo, desde la OTAN se advierte a Rusia de las consecuencias imprevisibles que para los territorios que fueran parte de la Unión Soviética tendría el uso de armas nucleares, dando por seguro que habría una respuesta militar de la Alianza Atlántica.
Lo que sí parece es que la respuesta de la OTAN sería gradual, y sería proporcional al tipo de armas nucleares que utilizasen los ejércitos rusos que están desplegados en Ucrania.
Con la información de la que dispone la OTAN la probabilidad de que Rusia opte por el uso de armas nucleares es baja, pero aún con todo desde la organización militar occidental advierten que lo mejor es estar preparados.
Fronteras unilaterales

Hasta ahora, el único país que ha reconocido la anexión del territorio ucranio tras las consultas populares en Donetsk, Lugansk y otras regiones ucranias ha sido Rusia.
Desde la OTAN, y tras las anexiones, se ha emitido un comunicado de prensa en el cual la Alianza dice no reconocer las nuevas provincias rusas.
La respuesta es similar a la que la Alianza Atlántica lanzó en el 2014 tras la anexión unilateral de Crimea a Rusia, un territorio que los socios de esa alianza militar occidental nunca han recocido como ruso.
El organismo que preside Stoltenberg también califica como de extrema gravedad que Rusia haya ordenado una movilización militar parcial, llamando a filas hasta a 300.000 reservistas de sus fuerzas armadas.
Enviar armamento pesado

Ante las amenazas del Kremlin, muchos países occidentales, casi todos encuadrados en la OTAN, se han planteado enviar armamento pesado.
Esa munición es, fundamentalmente, de más largo alcance de la enviada hasta ahora, ya que la mayor parte, hasta ahora, tenían un alcance máximo de 100 kilómetros.
Ahora los principales suministradores de material bélico a Ucrania, con Estados Unidos a la cabeza, están pensando enviar misiles con un alcance de hasta 300 kilómetros, con lo cual el ejército ucranio podría castigar inclusive territorio ruso.
Una de las «líneas rojas» de occidente es que Rusia no siga anexionando territorio ucranio a su república, siendo posible que el Kremlin haya optado por esa solución ante la ofensiva de Kiev, que ha recuperado más de 3.000 kilómetros cuadrados.
Las cancillerías europeas también valoran el movimiento de Putin como producto de la debilidad rusa, que ha visto como su intento de invasión se ha vuelto en contra, con miles de bajas y con la contraofensiva ucrania.
III Guerra Mundial

Aunque sería ponerse especialmente catastrofista, pero en el peor de los escenarios, podríamos estar en los prolegómenos de la primera guerra en la cual ambos bandos usasen armamento nuclear.
Si algo se tiene claro en la geopolítica internacional es que, ante un ataque nuclear ruso, aunque este fuese limitado, las potencias occidentales, con Estados Unidos liderando, iban a responder también nuclearmente.
Además, la diplomacia rusa ha seguido con la escalada verbal, como cuando el pasado viernes, el viceministro de exteriores ruso, Serguéi Ryabkov, informó que el uso de armas nucleares pertenece a la doctrina de seguridad nacional rusa.
Bien es cierto que uso del arma nuclear se contempla únicamente en caso de que la supervivencia de la Federación Rusa estuviese en peligro, y que su uso sería gradual y proporcional a las características de la amenaza.
Por si eso fuera poco, Dmitri Medvedev, expresidente de Rusia y parte del ticket electoral de Putin, también ha advertido que una vez anexionadas las regiones ucranias al país de las estepas, cualquier ataque en ese territorio sería considerado un ataque a Rusia.
Mientras tanto en España

En clave nacional, políticos de primer nivel, como el caso de José Luis Rodríguez Zapatero, ha valorado la situación internacional que se ha abierto producto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
La invasión de Ucrania, y otros acontecimientos producidos en Europa, ha provocado que el panorama geopolítico se parezca mucho al que vivía Europa en la primera mitad del siglo XX.
El expresidente del gobierno, además de valorar el coste humano que está provocando la invasión rusa, considera que occidente en su conjunto debe de seguir ayudando, inclusive militarmente a Ucrania.
La situación europea, la más general, ha servido a Rodríguez Zapatero para valorar también como preocupante el auge de la extrema derecha en Europa, con unas elecciones en Italia donde es casi seguro que la extrema derecha de Giorgia Meloni logre formar gobierno.
A pesar de ello, considera que en otros continentes, a diferencia de lo que pasa en Europa con una extrema derecha emergente, como pueda ser Latinoamérica, la progresía política se está haciendo con la mayoría de los gobiernos de ese continente.
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