
Se está desarrollando una intensa campaña para lograr la liberación de Julian Assange, al cual la justicia británica le ha dado la categoría de extraditable a Estados Unidos, donde le espera una petición de condena de 175 años de cárcel. Sólo queda una oportunidad de apelación
Es lo que piden muchos medios del panorama internacional, como los rotativos The Guardian, New York Times, Le Monde, Der Spiegel y El País.
La petición de la liberación de Assange ha tomado la forma de una carta abierta, en el que cual los directores de esos medios piden la liberación de la cabeza visible de WikiLeaks.
El calvario judicial de Assange no ha hecho sino empezar ya que la justicia británica ha autorizado su extradición a Estados Unidos para ser juzgado, con una petición de penas que supera los 170 años de prisión.
Acusado de 18 delitos

La extradición que ha sido autorizada por la justicia británica sentará a Assange en el banquillo para ser juzgado por 18 delitos en Estados Unidos.
Una de las acusaciones más graves es la de espionaje ya que WikiLeaks publicó miles de correos electrónicos de las fuerzas armadas norteamericanas y del Departamento de Estado, equivalente a un ministerio de asuntos exteriores.
Pero, aunque para Estados Unidos el activista australiano es un villano, para buena parte de la opinión pública mundial es un héroe antisistema que ha mostrado los «trapos sucios» del gobierno norteamericano.
WikiLeaks

No está demás recordar que WikiLeaks publicó 250.000 documentos pertenecientes a las fuerzas armadas norteamericanas y a su Departamento de Estado.
En los documentos esas dos instituciones norteamericanas no quedaban muy bien paradas, ya que en los mismos se reconstruyen actividades de dudosa legalidad.
Recordemos que los documentos fueron robados por el soldado Manning que se hizo con ellos debido a que pertenecía a la inteligencia militar norteamericana.
Durante todos estos años la CIA ha tenido como objetivo a Assange y a su círculo más cercano, sometiéndoles a espionaje.
Debido a ello un grupo de periodistas interpuso una demanda contra Mike Pompeo y la CIA por haberles investigado después de haber entrevistado a Assange en la legación diplomática ecuatoriana.
Debemos de recordar que Julian Assange se pasó siete años asilado en la embajada ecuatoriana en Londres hasta que el país sudamericano optó por dejarlo sin protección diplomática.
A partir de ese momento el que fuera conocido como Mendax en los foros de hacking fue detenido por la policía británica.
En un momento la justicia del Reino Unido tuvo que decidir si extraditaba a Assange a Suecia, ya que estaba acusado en aquel país, por dos mujeres de violación.
Finalmente, Reino Unido desestimó la extradición al país nórdico, pero acto seguido Estados Unidos pidió también su extradición, a la que la justicia británica ha accedido, aunque los abogados de Assange tienen intención de recurrir.
Un aliado inesperado

Es en lo que se ha convertido Gustavo Petro, el flamante presidente de Colombia, que ha decidió darle su apoyo político total (sic.), en la gira que los partidarios del australiano están llevando a cabo por Latinoamérica.
El gobierno colombiano recibió, con todos los honores, a la delegación partidaria de Assange, formada por los periodistas Joseph Farrell, británico, y el sueco Kristinn Hrafnsson, redactor jefe de WikiLeaks.
La reunión se llevó a cabo en Casa Nariño, y los partidarios de Assange se mostraron encantados con el resultado, calificándola como muy positiva.
El apoyo que está teniendo Julian Assange fuera de Europa es mucho mayor que el que está cosechando dentro del viejo continente, siendo especialmente productivas las entrevistas con miembros de gobiernos latinoamericanos.
Encantados con la entrevista

Los dos delegados de Assange se han declarado encantados con la entrevista, sobre todo por el apoyo incondicional que a su causa ha demostrado el presidente colombiano Gustavo Petro.
Además, Petro les comunicó que utilizará su influencia para que el resto de los países latinoamericanos tomen una postura similar.
También se extendieron en glosar las cualidades que tiene el presidente colombiano, aunque entienden las cautelas que les pide Petro, ya que ha sobrepasado los primeros 100 días de gobierno.
Es después de esos algo más de tres meses cuando se empieza a poner la lupa en el buen o mal hacer de un gobernante y cuando una administración ya se puede considerar como asentada.
Ultima apelación

La situación de fundador de WikiLeaks es preocupante, ya que a sus abogados solo les queda un único tribunal de apelación en el Reino Unido.
Si ese «cartucho» falla, sería irremediablemente extraditado a Estados Unidos, donde le piden 175 años de cárcel por una retahíla de delitos.
Antes de ingresar en la cárcel de Belmarsh, Assange sufrió su particular calvario durante los siete años que estuvo encerrado, a cal y canto, en la legación diplomática ecuatoriana en Londres.
La embajada ecuatoriana en el Reino Unido tenía las dimensiones de un piso grande, y el físico australiano estuvo sin salir de la misma siete años lo cual le acabó provocando graves problemas psicológicos.
Como único divertimento tenía una cinta para correr, hacer algo de ejercicio e impedir de esa manera que se le atrofiaran los músculos.
Petro también aparecía en los cables

Gustavo Petro también aparecía en algunos de los documentos de Departamento de Estado que fueron filtrados por WikiLeaks.
En uno de ellos, firmado por el embajador estadounidense en Colombia habla de una reunión que tuvo con el actual presidente colombiano en la legación diplomática en Bogotá.
En el documento, dirigido a sus superiores, el diplomático habla de las inquietantes relacione que algunas personas del núcleo más cercano al presidente tienen o han tenido con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).
El cable, aunque originariamente dirigido al Departamento de Estado, fue distribuido también a la CIA, del Departamento de Justicia, el Pentágono y hasta el Comando Sur de las fuerzas armadas norteamericanas.
En los documentos de WikiLeaks también hay abundante documentación sobre los falsos positivos, esto es, civiles asesinados por el ejército colombiano y que se hacían pasar por guerrilleros muertos en combate.
Los militares colombianos implicados inflaban de esta manera el número de guerrilleros muertos en acción, como una manera de recibir condecoraciones y otro tipo de prebendas por su trabajo.
Fuente – Público / Internacional en Público
Imagen – Thierry Ehrmann / Wesley Fryer / WikiLeaks / Gustavo Petro Urrego / Shona Reikilass / Wiyre Media